La acogida del cristianismo en Oriente dio lugar a la producción de objetos muy ricos, como las piezas japonesas de laca namban. Esta arca es un ejemplo de esta clase de obras, que reflejan la mezcla de técnicas y materiales orientales con las tipologías de mobiliario occidental.
Sobre el fondo de laca negra del baúl, aparecen figuras de animales y flores realizadas mediante incrustaciones de madreperla. La decoración del interior de la tapa presenta motivos florales, mientras que las cantoneras y las placas de cerradura son de latón grabado.
El arte de utilizar la laca para decorar objetos fue introducido en Japón en el siglo VII, aunque es una técnica con más de 3.000 años de antigüedad que procede de China. Hasta 1639, los preciosos productos namban fueron llegando a España. Se fabricaron baúles de viaje, altares portátiles, joyeros, atriles o arquetas, que se emplearon como relicarios o custodias eucarísticas.
El arte de utilizar la laca para decorar objetos fue introducido en Japón en el siglo VII, aunque es una técnica con más de 3.000 años de antigüedad que procede de China. Hasta 1639, los preciosos productos namban fueron llegando a España. Se fabricaron baúles de viaje, altares portátiles, joyeros, atriles o arquetas, que se emplearon como relicarios o custodias eucarísticas.