Fotografia: Berta Delgado
Esmaltador: Alba Berrocal
www.albaberrocal.com
El esmalte se presenta en pastillas o en polvo; los terrones deben molerse antes de usar y, en ambos casos, hay que mezclar el producto con agua. Los esmaltes opacos y transparentes se preparan del mismo modo.
Coloque las pastillas de esmalte necesarias en un mortero. Para dar tres o cuatro capas sobre una área de 2 cm cuadrados se necesitan unos 4-5 gr. Llene el mortero hasta la mitad con agua destilada. Muela las pastillas con la mano de mortero; puede golpear la mano con un mazo para facilitar la ruptura. Muela en un movimiento circular durante unos minutos hasta hacer una mezcla fina y que haga un ruido suave al moler.
Después de moler finamente, golpee con la mano de mortero los lados de este para asentar el esmalte. Vierta el agua y reemplácela con agua limpia. Remueva el agua del recipiente para lavar el esmalte y después retírela. Lo que enturbia el agua se llama limo y es necesario eliminarlo para que los esmaltes a aplicar tengan todo el colorido y la transparencia. Repita la operación hasta qe el agua salga completamente clara.
Retire el esmalte del mortero y colóquelo en una paleta o en un recipiente pequeño de plastico con tapa de rosca. Manténgalo cubierto con agua y sellado hasta que vaya a usarlo. Los esmaltes humedos pueden conservarse así durante un mes. Es posible que necesiten un nuevo lavado antes de usarlos.
