jueves, 1 de noviembre de 2012

Esmaltado...y 2

 
7.- Siga este proceso con todos los colores que utilice: los esmaltes pueden almacenarse en recipientes hasta un mes, pero tendrá que volver a lavarlos antes de utilizarlos de nuevo.
8.- Temple, sumerja en ácido y frote el metal en el que aplicará el esmaltes: la plancha debe tener 1 mm de grosor; limpie el metal con un cepillo de lavar vasos con agua corriente; el agua debe cubrir la superficie del metal sin rebasar los bordes. No toque la superficie de metal.
9.- Aplique el esmalte a la superficie del metal con un pincel limpio, formando hileras, y procurando aplicar todo el rato la misma cantidad de esmalte hasta que quede cubierta toda la superficie.
 
 
 
10.- Golpee con firmeza el lado de la lámina con el pincel para distribuir el esmalte, y aplique cuidadosamente un pañuelo de papel al borde de la plancha de para eliminar el exceso de agua. El objetivo es que una capa regular de esmalte de varios granos de grosor cubra la superficie. Esta técnica se denomina "carga húmeda".
 
 
11.- Coloque la plancha de metal sobre un trozo de tela metálica y luego encima del horno para que se seque.
 
 
12.- Ponga la pieza dentro del horno con una espátula y espere a que el esmalte se vuelva brillante. No debería tardar más de un minuto, dependiendo del tamaño y grosor de la  pieza.
 
 
 
 
 
13.- Saque la pieza del horno y déjela enfriar. 

14.- Alise la superficie del esmalte con un disco de pulir diamante bajo el agua corriente. Meta de nuevo la pieza en el horno durante un breve periodo de tiempo, lo cual devolverá el brillo a la superficie del esmalte . Es una técnica conocida como cocción final o acabado.